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DEL EXAMEN DE-LA CONCIENCIA. - 25 entraba en mi interior , visitaba todos los mas ocultos - senos de mi alma , y arrojaba de ella todas las horruras, todas las fealdades que se oponian á la pureza de un corazon que debe estar cortado 4 la medida del cora» zon de Dios. Ved ahí, carísimos oyentes., una idea bien justa del exámen de la conciencia, tomada de los santos libros, y que exáctamente observada por noso- tros seria mas que suficiente para exáminar nuestras culpas, y cumplir toda nuestra obligacion en esta parte; pero como el hombre animal , segun la expresion del Apóstol San Pablo , no percibe las cosas: que son segun el espíritu de Dios, me necesid: deexplicar» me mas menudamente , y reducir el exámen 4 las cir» cunstáncias mas particulares y adaptables 4 toda clase de personas. Escuchadme con toda vuestra atencion. Supongamos que hay un hombre que no se ha con- fesado en todo un 'año , y que deseando cumplir con este precepto en el santo tiempo de Pascua de Resurrec- cion se retira á la Iglesia Ó 4 algun aposento de su casa, y firmemente persuadido que nada bueno puede hacer, decir, ni desear en el órden sobrenatural, sin el auxt- lio de la divina gracia, se postra en la presencia del Señor > Y avivando la fe, le pide con humildad y con- fianza que le dé 4 conocer todas sus culpas. Quantás babeo iniquitates'et peccata. Sceléra mea, et delicta ostende mibi. Señor y Dios altísimo, le dico con. el San- to Job, vos solo conóctis todas mis iniquidades y pe- Cados como estan en mi 'corazons yo desdo"comocérlas TOM» 1V. D