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250 MARTES | : tia, a la honestidad, y en una palabra, á la sacrosanta ley del Evangelio, estas son de las que yo OS decia con San Pablo, que huyeseis cuidadosamente : No/íte com= formari buic seeculo. Por mas que ellas las acrediten con las concurrencias mas numerosas ; y por mas que tengan 4 su favor la antigiiedad de muchos siglos , jamas podrán prescribir contra la incorrupta moral del Evan sclio : siempre serán contrarias á la inmaculada ley di un Dios eterno, justo y santo. Si, carísimos oyentes. Creed a un Ministro de Jesucristo que os ama y desea vuestra temporal y eterna felicidad; y para que el ob=- sequio que presteis á la palabra de Dios sea razonable, escuchad en este Sermon los justos motivos que mez pañan para exhortaros á no seguir las malas costumbs del mundo. Este es todo mi asunto; Nolite conformari huic seculos d com- o Vos Dios mio, Padre de las misericordias, y fuente inagotable de toda consolacion, que desde ese venera= ble Sacramento avivais la fe, aumentais la devocion , y abrasais en caridad el corazon de vuestros hijos que- congregados en este templo han venido 4 adoraros y. bendecir vuestro santo y terrible nombre, haced efica= ces mis deseos para que todos comprehendamos y prac- tiquemos vuestras eternas verdades para gloria vuestra, y bien de nuestras almas. Ási os lo suplico por María Santísima , a quien devotamente saludamos con el An- gel San Gabriel, diciendo: Ayg Marza. SERMON CONTRA LAS MALAS COSTUMBRES.