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E DE LAS QUARENTA HORas. )os entregascis con tanto desenfreno :4-1os di BS esórdenes. de estos dias? ¿Cómo habiais de os on disfraz ridículos, «un juego de suerte ruinoso , pl ' bayle impuro , una embriaguez , una tertulia: iperju- E icial por las conversaciones que se entablan y man- 1e 1Por los malos deseos ho se suscitan y: por los Ssfe > ¿cómo PA, deEn mas con vosotros aho- 1n' deleyte: -mómentáneo que una eternidad de tor= Ss aguardan? Aa ¡No teneis fe segura- 4 io yo <OSdon Spoedo es interiormente que - yo,os injurio «quando lp quemo tencis fe. Vosotros - confesais sin dificultad que sois pecadores habituales: negais que vivis la mayor parte de la vida ciegos 1 ¡ el pecado,recayendo con frecuencia en el pecado,y y evantándoos. jamas, del “pecado: sino quando mu= jor un breve momento. Esta ver dad, si, ya la con: s de buena fe; pero no por eso decis que la pet deis, ántes. asegurais que en esto de la fe nadie, os le- vará. ventaja. Tenemos .pues:: «fofmado. el estado. de la £uestion.. Vosotros decis que teneis fe: yo. estoy Cia peñado en mostrar invenciblemente que os engañals-7 Con que, amados pecadores, que sois con quienes E yo nie entenderé únicamente en esta tarde , es necesds . TOM. IV. E | XX