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DE QUARESMA. — - 333 'mostracion de ésta. verdad. que nuestra incomparable Magdalena, ella:sola bastaria para evidenciaros lo mal «que haceis quando: murmurais de la conducta: poco ar- reglada de algunas personas, supuesto que ignorais si aquellas mismas llegarán a la mas eminente santidad. Con efecto, amados mios, en este mismo error cayó el Fariseo que habia convidado a Jesucristo; pues vien- do 4:la Magdalena alos pics del Señor, dixo entre sí “mismo: Si este hombre fuera Profeta, como dicen por pS Jas Eros isupÑera la mala conducta de esacas 'sset - Proba sciret elige que. ¿et qualis' estRN que tangit eum: quia peccatrix est. Cónoce inmedia- sramente su Magestad los malignos pensamientos de -aquel hombre, y le lena luego de confusion. con sus ¿preguntas : le hace entender su error, se declara abiet- -tamente 4 favor de la Magdalena, la admite 4 su es- «cuela, la perdona públicamente sus pecados poa agra- «decida 4 las misericordias del Señor, le sigue 4 todas 7partes con:una fidelidad y amor inexplicables: asiste in- - -trépida 4:su pasion, le acompaña en su muerte, le bus- ca en elsepulcro, y merece ser la primera 4 quien el Señor se aparece resucitado: Quartum penitus ignoro. viam viri usa | ¿Es esta,, amados mios, aquella Magdaléna tán pe- - timetra, tan vana y tan libertina como vimos en los tres primeros Domingos? ¿Pues cómo ahora la vemos tan modesta en los vestidos, tan fervorosa en sus san-