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238 SERMON VI. del templo , rompiéndose de alto 4 baxo en la Muerte del Señor : tespetóla el horno de Babilonia , no abras sando 4 los tres niños : dió agua la dura picdt al con racto de una vara: contiene el mar sus hinchadas olas, a y el viento sus ímpetus y furias al precepto del O: ani potente; ¿y solo” el hombre, mas sordo que: todos los. insensibles, dexa de advertir la voz de Dios, ya nl necesidad que le envia como al Pródigo, en la: cl medad como al ciego, en la opresión como 4 Manasés, y en la muerte del hijo como á Jairo? Quid faciam ti- bi (1), dice Dios : si te castigo te enojas : si té regalo te ensoberbeces. Quid faciam tibi , que de todo abú= sas: te dexaré para réprobo , pues no quicres ser bien | hventurado; 5 | o ' QUINTA SEÑAL. 0000 ORACION, La quinta señal de predestinados es la oracion. ape nas he pronunciado esta palabra, quando: mé parece que veo conmoverse vuestros corazones , mirando lé jos de vosotros tan apreciable señal. ¿Oracion, dirá. un sd labrador, para quien está hecho esclavo de Ja tierra , sin más descariso que el breve! sueño, qué, despues de una corta cena, toma én una mal áliñada cama? ¿Oracion , dirá un hombre de “negocios , pará. quien noche E dia no cesa con los cn las dispo- (1) Oseas, C. VI. Y. 4»