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DE LA PREDESTINACION Y SUS SEÑALES. 277 | me he de condenar. Temerario modo de pensar, vuel- yo a decir, y que solo puede caber en un entendi- miento que no quiera escuchar a la razon. Si Dios ha mao que seas sabio, ¿para que estudias? Si Dios tiene decretada tu cosecha, ¿para que siembras, para que labras la tierra, para que siegas, crillas avientas y limpias? Si Dios ha determinado lo que ha de suce- der en tu enfermedad, + para que te curas, para que llamas los médicos y aplicas las medicinas? No lo du- | des, cristiano, no lo dudes, Dios es justísimo remune- | tador, y dará premio'ó castigo segun los delitos Ó vir- tudes de los hombres. No porque supo lo que te has -bia de suceder, sino por lo que hiciste. Venite bene- -dicti, dirá Dios, nos dice el sagrado Evangelio: venid benditos de mi Padre. ¿Mas por qué Señor serán ben- - ditos? Oidselo al mismo: Esurivi, et dedistis mibi man- ducare, sitivi, et dedistis mibi bibere: disteis de co- mer al hambriento, y de beber al sediento: por eso se- | | ; els benditos, por vuestras buenas obras, Por el con- | -tratio, en la reprobación, dirá el Señor: Ite maledicti. ¿Y por qué han de ser malditos? Por falta de buenas obras: Esurivi, et non dedistis mibi manducare, siti= Yui, et non dedistis mibi bibere. Quedemos pues, ama= dos oyentes mios, en esto: que la Gloria es premio, es paga, retribución y corona de justicia, y que solo se con- cede al que la merece, al quetrábaja, sirve y pelea: Ver: - mos pues en las siguientes señales alguna muestra de tu pelea, de tu servicio, de tu trabajo y de tu mérito. as pon A