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DE LA MUERTE DEL JUSTO Y DEL PECADOR 257 ¡Qué alegría tan pura para las venerables viudas el iepresencárselas en el último momento que , desde que - quedaron solas y, permaneciéron en-oracion:, en retiro, de todas las: peligrosas concurrencias “del pt daoen total separacion de aquellas «delicias ¿ de aquellas ga= - Jas, de aquellos entretenimientos y placeres que la reli- gion condena en vodas las edades: que fuéron cons= tantes. en la frecuencia fructuosa de los Santos Sacra- mentos, en la mortificación de sus pasiones y aperitos, en la práctica de las obras de misericordia , y en una - palabra , en las ocupaciones virtuosas- que prescribe el pe Apóstol San Pablo 4 una: verdadera viada : 3 “una muger que , libre de las faenas del matrimonioz. traca eficazmente de set toda de Dios , y de santificar> sticada dia mas: hasta. el Ce término de la vida! + Ciertamente: , amados: mios, una corona de- inmortalis. + dad.será el premio de justicia que: el Dios de la: mise+ pis: tiene reservado para unas costumbres tan irre= - prehieasibles, ¿Ideo reposita est mibi "corona justitice: 21¡Qué gozo:tan perfecto paía un jóven virtuoso ¿pas ra un casado honesto, para' un hombrede bien para. un militar honrado, para un artista laborioso 3. pata un juez: ÁNtegro; para sun oficinista 'aplicado”, y pata” un sen= llo: cultivadot de la tierra quando: en, el último mos mento de lá vida'se les prisencbs 1ás vibtades qué prao= ticaron , los vicios de que huyéton , lós grandes 'bene=: - ficios. que deb cumplimiento exátto dé sus (respectivas - obligaciones résulcároná sa pactos, 4'su parria y 4 sus TOM. IV, KK