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258 ho SERMON Y. una dichosa eternidad, Esperamos tranquilamente la dulce posesion y amable compañía de nuestro esposo Jesucristo. Ideo reposita est mibi corona justitig, ¡Con quánto gozo de sus almas verán las mugeres casadas 4 la hora de su muerte su inviolable fidelidad > a las sacrosantas leyes del marrimonio : su amor, su respeto y su obediencia a su marido : el cuidadoso es mero de apartar de su casa todas las ocasiones de las desavenencias domésticas , que tan desgraciados hacen. otros muchos matrimonios : la vigilante instruccion y - crianza de los hijos para que sean unos ciudadanos vir= tuosos , y unos cristianos irreprehensibles : el exeme plo edificante que daban á su familia de todas las vir _tudes : su cortesía , su afabilidad y buen trato con los vecinos : su modestia en los vestidos, su providencia con los domésticos, su frecuencia devota en los rem= - plos-, y su caridad con los pobres! Fidem servavi , dis rán con el Apóstol San Pablo : hemos guardado la E a las obligaciones de nuestro estado : hemos sido unas esposas ficles , unas madres de familia vigilantes , unas amas benéficas y afables con las criadas , unas vecinas corteses , y unas mugeres amables. No hemos trabaja- do solas: la gracia de Dios nos ha elevado , fortificado y acompañado para llenar dignamente los grandes cát- gos “de nuestro ministerio. Sin' ella no hubieran. sido bastantes nuestras propias fuerzas para hacernos itre- prehensibles ; pero todo lo hemos podido enel Señor que nos conforta. Ideoreposita est mibicorona justiti2..

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