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250 SERMON Y. tos, ¿cómo hablarán y temblarán los pecadores? of | lices quantos dilaten temerariamente su conversion para aquellos últimos momentos¡ ¡Infelices de ellos para siempre! Oprimidos por la Holenela de su enfermedad que toca ya en su término, llegarán a la agonia, Cu biertos de un sudor frio y mortal, desaparecerá el pulso, falrarán las fuerzas del cuerpo, se turbarán las potencias del alma, y se acercará el momento quey 4 decidir de su suerte por toda la eternidad. Correrá em tónces abrasado en caridad el Ministro de Jesucristo, - y presentará 4 aquellos ojos moribundos la imágen de un Dios puesto en una cruz por la salud de los hombres, Le inspirara pensamientos “de confianza en la divin misericordia: le procurará mover á la detestacion de sus | culpas: lleno de lágrimas tiernas y compasivas tratará de arrancarlas del endurecido corazon de aquel triste pecador , y le hablará con aquellas dulcisimas palabras que la santa Iglesia tiene reservadas para aquel terrible instante. Proficiscere anima cbristiana de hoc mundo: Camina alma cristiana desde este mundo al cielo en ed nombre del Padre que te crió: en el nombre de Jesucris- to, Hijo de Dios vivo, que por tí padeció: en el non bre del Espíritu Santo que sete comunicó. Proficiscere. en el nombre de todos los Angeles y Espíritus soberanos, en el nombre de los Patriarcas y Profetas, en el de los Apóstoles y Evangelistas , Mártires, Confesores, Vir- genes y todos los demas Santos y Santas del Señor. Hoy consigas tu descanso en el seno de la paz: hoy sea tu