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" A e . A AA A O A IEA + a q. 4 14 . DOCTRINA To bien de su libertad, pueda resistir 4 este auxilio de la divina gracia; y aunque no debe oponerse ni contrade- cir 4 estos divinos :socotros, ¿l, en fin, es dueño de su vo- luntady de extender la mano al bien ó al mal, co- mo quisicre; pues su libre albedrío no está perdido ni extinguido cn él aun despues del pecado de Adan. Vemos tambien:en esta doctrina de nuestra infalible Madre la:Sanita Iglesia, que cooperando el hombre pe= cador con la divina gracia que le previene, excita y mueve, y preparándose con las virtudes que acaba- mos de mencionar , se justifica, haciéndose de ' enc. migo amigo de Dios, perdonandosele los: pecados,y difundiéndose en su: corazon la gracia y caridad por el Espiritu Santo que "queda inhereíte en su alma. Mas no por eso.dcebe persuadirse que le es: necesario para su justificacion creer con toda certidumbre y sia la menor desconfianza de su propia debilidad é indis- posicion , que le estan perdonados los pecados; ó que se le perdonan precisimente por esta confianza , mi por que él: lo crea así, reputándosé indubitablemente pot uno de los predestinadós; pues todos podemos y debe- ' mos conocer .que mientras vivimos sobre la tierra no sabemos sin particular revelacion de: Dios si «somos dignos: de odio ó de amor , y por-eso todos debemos obrar nnestra salud con temor y: temblor. 0.600 >> ¡Infelices quantos no-lo crean ó no piensen de: es. ta manera ! ¡Infelices quantos se persuadan que la: fe é sola sin-obras justifica, y que la mera confianza en la -