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SAVIO POR AAA > DE LA JUSTIFICACION DEL PECADOR. 13 Aquí teneis, carisisimos hermanos, la doctrina pu- ra y sana de nuestra Santa Madre la Iglesia sobre la justificacion del pecador. Doctrina que debemos creer , seguir y predicar sin el menor recelo de al- gun error. Doctrina en que vemos la caida de Adan por la desobediencia al precepto del Señor, y la: pro- pagacion lastimosa de aquella primera culpa en todos sus hijos y descendientes. Vemos que el. hombre en el triste estado de la naturaleza corrompida por el pecado , no podia por sus propias fuerzas, ni por la doctrina de la ley antigua , sin el auxilio de la divi- na gracia dada por Dios, empezar, seguir y perfec- cionar su justificacion. Era menester para esto un Mediador , un Redentor , un Salvador que nos mere- . ciese la gracia , y nos agenciase la Gloria; y este fué Jesucristo Dios y Hombre verdadero, por cuya vida; pasion y muerte se nos anticipa la inspiracion del Es- piritu Santo , que nos excita, llama y mueve suave y fuertemente para qu queramos el bien, y le obremos. Vemos en esta santa doctrina que aunque el hombre sin esta divina gracia no puede creer , esperar, amar - mí arrepentirse como conviene, se halla, no obstante, adornado de un libre albedrío , con el qual, si | quiere, puede y debe cooperar 4 los auxilios de esta misma gracia, disponiéndose y preparándose para la justificacion por la fe, el temor, la esperanza y la caridad con que empiece 4 amar 4 Dios como 4 fuente de toda justicia y santidad ; mas si no quisiere usar