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DE LA MUERTE DEL JUSTO Y DEL PECADOR. 237 consiguiera la teforma de las costumbres viciosas de los - hombres ! ¡Qué bien empleadas serian mis fatigas, si 4 la vista de la muerte dulce de los justos se determi- nasen- loshombres 4 vivir irreprehensibles! Mi: Dios; grande en vuestras misericordias, magnífico en santidad, infinito y eterno en vuestras adorables perfecciones, - que:baxasteis de los cielos á-la tierra para la salud de Jos hombres, haced, O amable Jesus , que yo habley viva de manera que pueda contribuir 4 la verificacion de vuestros soberanos designios. Nada soy :, nada valgo, o lo confieso, ¡pero' qué poderosa: esla mada en las manos del Omnipotente! Haced, Señor, que mis par. -—Jabras , porel auxilio de vuestra gracia , lleguen hasta . “el corazon de mis amados oyentes , para que los pe=. - cadores traten eficazmente de su justificación y y los justos de su mayor santificacion. Esta gracia os pido por la intercesion y méritos de María Santísima, vues- ta Madre. Y vos , 6 amable protectora de los hombres, amparadnos ¡ahora y en la hora de nuestra muerte , pa? ra que logremos: la felicidad de acompañaros , y «alabar. vuestro santo nombre eternamente en el cielo,. Con- fiado en: vuestro amparo procuraré demostrar el st As ber ES de - Sra eg ano 3h ¿aero ee a A a A oi 5 155 "a 2 )1013 + ¡FE 7 MUERTE. DEL PECADOR. h LE E * LIS “E pato ade es eiela conel ritmica dos idcomprenénsibles y pero justas y. santós «designios del