BCCSAL000584-F-13000000000000

222 SERMON IV» | bor: os dirá que entónces solo el verse en la presencia de.un hombre la atemorizaba , el oir una palabra des. honesta la estremecia: os dirá que si llegaba á consen. tir.en algan pecado, la parecia que se habia de conde. nar al instante, y que la primera vez que cayó no po. día sosegar su corazon ni un solo momento; pero que multiplicando despues los pecados , ya no le parecen tan graves, ya no se .avergiienza por nada, ya se pre senta 4 qualquiera-, desea las ocasiones , quiere que la soliciten, y se envejece en sus torpezas, sin sentir aquellos sustos, a quellos remordimientos é in yuietades, y aún pasa a delcicarse en sus maldades. Preguntad ¿quién ha llenado de adulterios 4. la otra casada ? Y os dirá que - el haberse dexado vencer la primera vez: Piense de ese pecado como es en sí, téngale por un enormisimo de- lito, y no se rendirá tan facilmente. Temia, como era razon, manchar-su alma, y faltar á la fidelidad de su marido, echando sobre su proceder un borron tan feo; pero ahora apénas la parece que puede vivir sin aumen- -tarlos cada día. Preguntad el mismo modo por los otros. pecados de hurtos, profanidades, murmuraciones, usus ras, odios, venganzas, y vereis como en los principios todo era sustos , sobresáltos y temores; pero despues fa- miliarizados todos con la maldad, ya les parece, sino licicos, ménos horrorosos. De aquí viene el pecar fre- cuentemente y sin enmienda, y por qualquiera ligera ocasion, y aún sin ocasion alguna; circunstancias que aumentan sin medida la malicia. ]

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz