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220 SERMON 1V. _minuyen, las pasiones se desbocan, se multiplican las culpas, y se forma la costunibre: la gracia con tantos encmigos, y con tantas resistencias apénas habla ni se siente: Dios Va retirando sus auxilios poderosos , y des. pues de haber caido no piensa ya el alma en levantarse; y vedla aquí endurecida, y abismada en la mayor in felicidad y miseria. ¡O Dios! Ecce qualis ignis quam magnam sylbam incendit! Una pequeña chispa al pare» cer, una niñería , un defecto de que no se hizo caso, ¡qué estragos no ha causado en el alma por no haber acudido a tiempo, por no haber resistido al principio. del vicio, y no haberse apartado de la ocasion de pecar! ¿Dudais de esto, fieles mios? Pues miraos 4 “vosotros mismos. Ved el infeliz estado en que muchos os ha= llais tan llenos de yicios, tan arrastrados de las pasio» nes, tan hediondos y abominables, y acordaos que casi una nada fue el principio de la espantosa y triste situa cion en que os hallais. Conocerá el jurador que un nom: brar al demonio quando niño, y un ímpetu desahogado en la voz, le han ido conduciendo 4 no pronunciar pas labra que no sea una horrible maldicion, una blasfe- - mia escandalosa, ó un juramento iniquo. Advertirá el deshonesto que su perdicion vino de una mirada libre, de una disimulada seña, de una palabra equívoca, de una accion alegre, de un bayle , de una comedia;0 de un juego. Conocerá el murmurador, cuya lengua ya es una cortante espada, que divide honras , estimacio nes y famas sin temor , sin conciencia, sin ley3 cono-