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$ ha SOBRE EL DESAMPARO DE DIOS, Sc. 211 ella, y darle frutos de buenas obras, no-son otros vues- tros frutos que amarguísimos agraces, hiel de dragones y veneno de. aspides: Heeccine. redis Domino popule stulte, et insipiens? ¿0s parece. que porque no. ha cas- —tigado al punto vuestros pecados -ya'no tencis que te- «mer? ¡O quién pudiera dar ún grito quesc:oyera hasta en los.extremos de-la tierrá para :atemnorizar con él 4 todas las generaciones, y hacerlas volvér en su acuerdo! + Dios con inmensa clemencia ha empleado en la cura de vuestras espirituales dolencias sus consejos ¿sus ins- pe piraciones, sus llamamientos, sus “Angeles ,, sus Minis- - tros, sus Sacramentos, su gracia; y vosotros en vez de - saprovecharos de tantas misericordias , habeis sufocado y ahogado dentro de vosotros mismos , sin producir obra buena, tantos auxilios, tantas gracias, tantas inspira- “ciones; pues lo que se sigue es, que os dexará en ma- mos de vuestro consejo , ireis tras vuestros' deseos, se —endurecerá vuestro corazon, ¿morircis impenitentes y abandonados de Dios. Curavimus Babylonem , et non est -sanata : derelinquamus eam. ¿Comprehendcis 4;fondo, ó cristianos, el rigor de: esta: terrible amenaza? Pues es lo mismo que si dixera: que: despues que Dios ha lHamado una y muchas veces ados:pecadores , por largo tiempo dormidos en la culpa: despues que les ha. en- cendido tantas veces la luz de sus divinas ilustraciones: en pena de su terquedad é ingratitud suspende sus mi- -sericordías , niega «sus especiales auxilios, no lama ya “como ántes: no alumbra como solia, por no exponer DD 2