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A DE LA ETERNIDAD. 161 14 dolodación delos hijos ¿st manuténcion y el au- mento de las haciendas» Su vida se ha consumido las- timosamente en la pretension de los empleos , en el desperdicio del tiempo ,-en los placeres de los sentidos, en la ociosidad : sus años se han pasado sin oracion, mM sin frecuencia de Sacramentos , sin' mortificacion de sus pasiones , sin el cumplimiento de las obligaciones de su estado: , sin pensar en la eternidad. Primero en- trará el: miserable en ella con la realidad que con el pensamiento : primero verá su:alma la eternidad que su entendimiento se la represente: primero experimenta- rá los' “AÑOS eternos , que su imaginacion los considére. Alí sumergido el triste en unos tormentos eternos , en: yuelto en unas llamas eternas, acompañado de unos «pesares cternos, afligido de unos dolores eternos , mar- tirizado de unos verdugos eternos , abandonado de sus hijos , dexado de sus amigos , olvidado de sus parien= tes , desposeido de sus haciendas., témblará sin prove- cho, gemirá sin mérito , y se desesperará sin remedio baxo la pesadísima mano del Omnipotente por toda la eternidad. ¡Qué situacion fan triste, amadós mios ! Tal será la de los cristianos que no piensan en la eternis dad : «que no creen la eternidad que sumergidos en las'icosas temporales , . transitorias y perecederas ; se olvidan del provechoso' pensamiento de la cternidad. Pensad vosotros en ella si pretendeis salváfos: pensad en ea eternidad , y vereis pt es a ae ATOM, ING yo shoei + CODARUS MI