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EBi DE LOS PADRES: DE FAMILIA. 123 de la: Iglesias, emque senos concede la'gracia primera de nuestra justificacion por. el Bautismo , “y la: 'segun- da por la Penitencia. Huid puesy hijos mios, del peca» dó.sobre todo mat; y practicad la virrad en que consis- te el: sumo ¡bien:' pe a Íli, ete ut salvi sitis. 000: ' ¡Qué impresionestaaa tan bit tan: prove- «chosas haria en el tierno:corazon e sus hijos esta saluda- -ble y sólida instrucción de su buen padre! ¡Qué bien com- prehenderian aquellas criaturas la santidad de la religion. cristiana, las verdades que enseña ,los preceptos quein- timaz los Sacramentos que contiene, y la felicidad del «hombre que vive segun sus máximas! ¡Qué religiosos se- rian para con Dios! ¡Qué caritativos para coñ sus próxi- mos! !Qué irreprehensibles en sus mismas costumbres! Ellos quando grandes, si se anumeraban al Clericato, sé- .rian modelo de Santos Sacerdotes : si abrazaban el esta- «do monástico, se mostrarian como unosdechados de per- feccion religiosa: si tomaban el estado del matrimonio, aparecerian como unos virtuosos casados, criarian 4 sus hijos en las mismas piadosas máximas en que ellos fué- ron educados, y en breve tiempo se reformarian las costumbres, se desterrarian los desórdenes, se practica- rian las virvudes , y el mundo'no seria digno de poster ¿mos hombres tan virtuosos. ¡Qué felicidad par los pa- «dresuen la tierra! ¡Qué premio tan interminable en el cielo. !. PEO | ¡Pero qué infierno en este mundo yen el otro pa- Q 2