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94 “DOCTRINA vI. tado de estos asombrosos exemplos preguntaba as tos ilustres penitentes, ¿por qué se atormentaban de esta suerte? No tenian otra respuesta; dice el mig E mo Tértuliano , que ésta : Nosotros , infelices , He | mos ofendido 4 Dios: estamos ciertos de nuestro pedi | do, € inciertos del perdon: somos pacadores: no hemos nacido para otra cosa que para la penitencia (1)-70 val pe Dios, católicos, y cOn: quánta razón dixe cn df principio que 'eran sombra de penitencia, ó peniténs K cias de solo nombre, las satisfacciones que en nuestrós E dias se imponen por los Ministros del Señor! 5 Mas no penscis por esto que yo pretenda se le pongan en el dia" aquellas rigúrosas y prolongadas pe» E niteñcias. que prescribian los aftiguos Cánonés. Vene- Y to la cóndescendencia: de nuestfa' piadosa y caritativa Madre la Santa Iglesia, con lá natural flaqueza de sus hijos : : veo que “ha variado 'en” la disciplina, y experi- E mento que ha “permitido que la penitencia se moders; > y que siendo esté Sacrimento en los pasados siglos un Bl 10i8h8 "Boriósó un "SALES deaagua de Tágrimas que vettian los” pehtictés, 'Ún Básrismo de fuego por | las moitificaciones largas” y piniolaqié practicaban ¿ya Ko; y ¿Sie “Hantéiiso de 10D eénipos sel ha iegado cn Ent sevefidid sc AF cb mo! Perfitnadó et ej 1 add rad de "ul UE QC Az (1) Si iguis interrogaril ,y cur anima derpiarid? Deliga ml ,ícitoy | ti Deum, el periclitorin eternum'porire: 11 2Jue VOR pdoS. etma- <erór, et sirutiar ad Deum raconciliéne mi li «quem dolinguendo. de: Srs res aler cm cum sist y.se6ES 1 rei el ist penitentiz natus, E u ya possíum facile Super illa?tacere ñus, lib: de Polilla |