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SEA - DE LAS DISPOSICIONES, ¿Xc. 33 pro reverentia erit tibi bona gratia (a). > | La segunda disposicion para que fructifique en' wosotros la divina palabra, es oirla con mansedum- bre. Así lo encarga el Espíritu-Santo “por estas ter- minantes palabras (b): Esto mansuetus ad audiendum verbum, ut intelligas. Para que entiendas lo que se predica , dice el Señor, oye con: sedumbre. Y el Apóstol Santiago en su epístola canónica nos repite - lo mismo, diciendo (c): Zn mansuetudine suscipite insitum verbum, quod potest salvare animas vestras, Recibid con mansedumbre. la palabra de Dios, tan poderosa que puede salvar vuestras almas. Oir, pues, con mansedumbre la palabra de Dios, .es oirla con un corazon pacífico , con un ánimo tranquílo, con un afecto piadoso, con un deseo efectivo de que-apro- veche, con una modestia edificante en el cuerpo y en el vestido, y con una simplicidad ty candor en el alma, que suave y fuertemente la inclina á apro- - echarse de las verdades que escucha ,. sin detenerse á exáminar si el modo de proferirlas está acompa- ñado de todas las gracias de la eloqiiencia. Oir con mansedumbre la palabra de Dios, es desterrar del espíritu todo deseo impertinente de criticar lo que se oye: todo pensamiento importuno: de «censurar la conducta del predicador, seasen quanto á sus cos- tumbres , sea porlo perteneciente á sus talentos,ó sea en su manera de decir, su voz ó sus acciones, El que oye con mansedumbre la palabra de- Dios, marcha derechamente en su intencion:á buscar su utilidad, no aplica á otros fines las verdades que escucha, no repara en si es desgraciadoó perfecto el predicador, y todo ocupado :en su bien espiritual, se aprovecha de la santa doctrina, y desea que se apro- a) Cc. xxxu. v. 9. (b) Eccli.c. v. Y. 13. 8 Tesi Wa O 1, $ e Folio TOMO 1. : E Dti 17

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