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- 204 DOCTRINA: XXI. +. virtudes como el Señor las practicó; y enseñando con obras y palabras el camiuo del cielo 4 todos los próximos como Jesucristo lo enseñó. Esta es la primera verdad que debo yo suponer , y vosotros en. tender para el mayor aprovechamiento de esta doc. trina. E | La segunda verdad es , que no tenemos excusa para . no imitar á Jesucristo ; de suerte que si no le imj. tamos, no hay que andar buscando pretexto. sino confesar clara y sencillamente que no queremos. Y esla razon, porque la vida exterior de Jesucristo es adaptable á la de todos los cristianos de qual- quier estado y condicion que sean ; porque ni estuyo toda la vida en el desierto como San Juan Bautista, San Pablo primer ermitaño y- otros; ni siempre an. duvo predicando como San Pablo y los demas Apósa toles; ni se mantuvo con las raices y yerbas del cam- po como Santa Maria Egipciaca ; ni vivió sobre una columna como los Estilitas ; ni estuvo siempre encer= rado en las cuevas como los Santos solitarios Juany Capiton ; sino que usando moderadamente de pan, carne, pescado, vino y los demas alimentos, vis- tiendo de lana su cuerpo, y habitando en los po- blados y casa de sus padres, era su vida mas per- fecta quela de todos los Santos... bi Ni la ley de gracia que fundó se opone 4 la vir- ginidad , al matrimonio , 4 la viudez, al sacerdocio, ni al estado religioso, ántes el cristianismo es el - que da reglas santas para vivir perfectamente en to- dos los estados. Ni tampoco se opone á los tratos y comercios de la vida : lo que hace es remaver to- dos los excesos y abusos que la malicia. ha intro= ducido en la sociedad humana ; y así se experimenta que solo es hombre de bien el que es buen cristiano. Todos pues, los pobres y los ricos , los Reyes y los vasallos, los sabios y los ignorantes, los Sacerdotes

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