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> A 7 o 1 » a e+ DEL MODO PRÁCTICO DE HAC. ORAC. 283 las, como aconteció 4 Saulo quando en el camino de Damasco fué derribado del caballo. Así se verifica erfecramente lo que dice el Señor en su Evangelio: Won licet mihi quod volo facere (a)* ¿No puedo yo hacer de mis dones lo que me parezca? Aquella ora- cion, finalmente , de quietud, sueño espiritual , union divina, en que hay éxtasis, arrobamiento, ilapsos, vi- siones, aniquilaciones , revelaciones y transformacio: nes con otras cosas admirables que, como decia el «sábio y virtuoso Gerson, ni aun los términos enten- demos. Demasiada soberbia seria la nuestra en pre- tender enseñar lo que ni los santos enseñáron , sino quando fuéron compelidos por sus directores espiri- tuales, 6 mandados expresamente por el Señor, co- mo Santa Teresa de Jesus en sus moradas, San Juan de la Cruz.en su noche obscura, Ludovico Blosio, el Taulero y otros escritores de la vida interior y mís- tica. Sus preciosos libros seria muy conveniente y aun necesario que se leyesen y estudiasen por los confesores que dirigen almas escogidas y raras, á quienes Dios lleva por este dificil y trabajoso cami. nó. De no hacerlo así, es menester decirles claramen- te que se exponen á extraviar las almas que dirigen, y á perderse ellos misimos lastimosam2nte. Nosotros nos ceñirémos á enseñar la meditacion comun y Ot- - dinaria adonde podemos llegar, y debemos procurar acercarnos cada dia mas con la gracia del Señor; y =para proceder con solidez y acierto ,. tomemos un «principio divino é indisputable, Vedle aquí enseñado por el Espíritu Santo al capítulo xxx1x. v. 6. del Ecle- siástico : Cor suum tradet ad vigilandum diluculo ad Dominum., qui fecit ¿llum , et in conspectu altissimi de- precabitur. Levantarse há por la mañana para entre= gar su corazon á Dios que “le crió, y pedirle por me- (a) Matth. cap. XX. V. 15. -* | ¡ | NN 2"

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