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e 282 > > DOCTRINA X XII. No «vamos ahora á tratar de la oracion pura. mente vocal, porqne ya os he dicho que es vana y sin provecho. Tampoco hablaremos de la oracion mixta de vocal y mental, que con tanta utilidad de las almas y gloria del Señor se practíca con frecuen. cia en las Santas Iglesias Catedrales, en el coro de los religiosos y religiosas, y en las casas de los par. - ticulares, en que congregada toda la familia, re. zan devotamente el resarío, el via-crucisy otras de- precaciones. Trataremos solamente de la oracion mental que cada uno puede hacer en su casa, en la Iglesia , en el campo, estando solo Ó acompaña: do, hallándose sano ó enfermo , triste ó alegre, po=. bre ó rico: de esta oracion mental comun y-ordina- ría, digo que vamos á hablar, no. de aquella oracion mental extraordinariay sobrenatural, que: ni puede enseñarse por reglas, ni aprenderse por principios, No hablo de aquella oracion que se recibe mas que se hace: que nadie la sabe sino el que la recibe , como decía San Juan en su Apocalipsi (a). Aquella de quien Casiano dice esta sentencia de San Antonio Abad, á quien él llama divina y celestial : Non est perfec- ta oratio, in qua se Monachus vel hoc: ipsum quod orat, intelligit (b). Aquella de que era adornado n San Hieroteo, segun nos lo- asegura su discípulo San Dionisio Areopagita', que dice: Erat patiens di- vina (c). Aquella que es un don particularísimo de Dios: quele concedeá quien quiere: unas veces en” premio de las mortificaciones , penitencias y traba- jos padecidos por su nombre, como-á las Teresas de Jesus; Pedros de Alcántara , Catalinas de Sénay otros yarios; y en otras ocasiones la concede sin preceder méritos buenos , sino muchas acciones ma- a) Nemoscit, nisi qui accipif. Apocal..Cap. MV. 17... de Colat,9: Abat. Sac: c. 0 (c) S. Diba. de divinis abminibis "PH LUNAS”: L

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