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¿e eS > E >” o - = ho » 222 DOCTRINA XVII. das las criaturas, sin que ninguna se le pueda eg. conder de su penetrante vista. Ellos sabrian que eg. te gran Dios ve los diferentes estados en que Viven colocados los hombres, dando á cada uno aquel ee su Magestad le tenia asignado desde la eternidad, verificando sus adorables designios sobre sus- Cria. turas con admirable economía, sin privar á los hom. bres de su libertad. Ellos, en fin, sabrian conocer que su humilde estado de criados es aquel que Diog les destinó quando Nió su entrada en este mundo, su admisión en la casa de su amo: y toda su ocu= pacion (a); la que:mirarian no «con el disgusto y tedio con que ahora la miran, considerándola co. mo una precisa conseqiiencia de su pobre naci. miento, sino como uña disposicion de su adorable Providencia para salvarlos. Instruidos por estos só. lidos principios de su santa Religion darian gracias al Omnipotente por haberlos querido hacer seme. jantes 4 su hijo Jesucristo, que quando apareció en el mundo vino á servir, y no á ser servido, - como lo dixo él mismo: Von veni ministrari, sed ministrare (b); y se resolverian eficazmente á cum= -plir sus obligaciones, mirándolas uo como una des- gracia de su pobreza, sino por principios de reli= gion, en cuya observancia se cifra su eterna felici= Por tanto, acordándose los criados de que ha de llegar ua día en que Dios les diga : Redae*ra- tionem villicationis tue (c): dame cuenta de los gé= neros, del ganado, de la hacienda y las demas :co- sas que tú amo ha puesto á tu cuidado quando le entraste á servir; su primer cuidado será p ner una grande vigilancia y una fidelidad exácta en conser- E 7. Y r l (a) Psalim, tra. lib. 2, Mach. cx. (b) Matrh .c.xx . y. 28, (c) Luc, €. XVI Y, 2. «
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