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DE LA OBLIG. DE LOS HIJOS, Kc 199 tas fueren: las e á LL escandalizároi con su mal porte. . E Y -:0 Debemos : pues! si¡| queremos guardar el quarto mandamiento dela ley de Dios; amar á nuestros pa- dres com un ¿mor “apreciativo y sobrenatural: por Dios y parar Dios : debemos obedecerlos en quanto nos manden que no'sea cpuesto á la voluntad del Suñor + debemos socorrerlosen sus apuros y nece- _sidádes y “ya sean Jas:del cuerpo, ó ya las que per-= -tenecen almas Ultimamente , , debemos reveren- ciarlos como 4 quienes nos diéron el sér, se desvelá- Ton en nuestra educacion, nos sustentáron con su tra- bajo, y nos sufriéron tantas ignorancias , porfias y travesuras de. buestra primera edad: lo que jámas p “pagar á nuestros padres, auhque ahora nos etemoro su amor O SOCOITO y re- verencía. ol Hemos oburádo, explicar del mejor modo que nos ha sido posible el quarto mandamiento de la ley santa de Dios en lo perteneciente á: los hijos pa= raocon: sus “padres” naturales; -Aqnísen: breve para consuelo de los buenos diremos algunos premios que Dios tes tiene ofrecidos en sus santas Escrituras; y referiremos para confusion y enmienda de los ma- los varios Emi 15% el Señor a. tiene fulmina- dos. El primer premio que: Dios tiene: ofrecido 4: lós buenos hijos, es concederles larga vida. Estas son sus palabras: Honora patrem tun , et matrem.tuam; ut sis longeevus super terram. El Angélico Doctor San- to Tomas dá la razon de este premio con una her= mosa similitud. Reciben Jos hijos:la'wida:de'sus 'pa- dres, dice el Santo, á4 la: manera que los soldados reciben de su Rey las ¡posesiones y ' heredades con el gravamen de haberles de pagar algun feudo: Mientras estos fielmente le pagaren, y fuéren fieles

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