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XV yindose sy aun fastidiándose de esta suave medicina es- piritual, 'se dexan conducir de las fatales enfermedades de sus culpas 4 la inevitable múerte de su eterna perdi- T e ción:, que aquellos que adoleciendo de agudísimas cor= porales enfermedades, rehusasen el valerse de los especí- ficos con que podian conseguir su sanidad. Pero es 0fi- nito el número desemejantes mecios, y así nos lo tiene Hi experveñcia 4creditádo NIE 2 Nise limita 4 solo esto la utilidad dela presente obra. Mé parece qué sin escrápulo puede asegurarse, que lo es salménte para los predicadores, y para aquellos minis- tros del Señor , singularmente los principiantes, que ya por la obligacion de su empleo, 6 ya porel impulso de lá divina vocacion”, sé ocúpan enatraer almas 4 Dios “con lá predicación; Y con:la administración de los santos Sa- Efaméñtos. Todosestós encontrarán aqui un acopio gran- de de especies, asuntos y materias importantisimas , pre- ciosas', bien aplicadas, y con buen órdeny método dis- tribuidas , de que podrán en sus respéctivos -ministefios sérvirse para el propio y:el ageno A o Es- toy cierto de que:son'nó pocos los que cón este fin de- sean con ansia su impresion;y entre estos me cuento yo el primero; asegurando c n candor, que despues de treia- ta y un años que llevo de ocuparme en el:santo ministe- rio de la “predicación y de las misiones, la dpetezco tam= bien para valerme de ella em adelante, si me conserva Diosla Vida',' y se digna permitirme que siga en estas apostólicas tareas. Yo'me creeria muy soberbio si nece- sitandolo me avergonzase de decirlo y executarlo así; por- que veo en él sagrado Eyañngelio, que nuestro Señor Je- súcristo, siendo la increada éterna Sabiduría , usó algu- ña vez en su predicacion delas mismas expresiones, clán= Sulasy asuntos que ántes habia usado en la suya su gran PrecursorSan Juan Bautista-exhortando á los pecadores 4 penitencia. Lo veo tambien en el insigne Doctor y Padre el Venerable Bed , 'anglicano, que con frecuencia repro- M