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114 12 IZ 2DOCFRINIO IO Adi 21. 2 No lo dudamos, direis: vosotros, conocemos se del todo cierto que no se encuentradificultad en exá4l minar 108 “pecados actuales que, segun >Vm. dixo; eran los que raras veces se habian 'cometido, y que jamas á la verdad se olvidan. Nuestra confusion pro- viene de los pecados habituales. Quando: tratamos de averiguar aquellas.culpas á que'por un'mal há- bito' nos hemos: acostumbrado ;, (unas. yeces se' nos representafi muchás , Otras veces: pocas;' ya nos pa: rece llegarian 4 mil, ya 'pensamos' serian diez mil, ya que 'no son: mas de ciento, y perdido el“tino men- tal en este confuso laberinto; no -acertamosá salir de:él; y quanto mas nos exáminamos, mas. .embro+ llada advertimos-la conciencia; y mas inquieto el co: razon. No direis que no he escuchado'con t da: paz ciefcia, como me lo manda San Pablo, vuestra triste situacion: oid vosotros ahora mi doctrina , comolo encarga tambien el mismo Apóstol (a). Esos pecas dos habituales que tanta grima y confusionos cau: san, són mias fáciles de exáminar que: los: pecados J actuales, No 05 admireis de lo que pronuncio. Voso- tros sabeis que Dios no manda imposibles, y sién- dolo para muchas almas la averiguacion del número -fixo y determinado de todos: sus pecados, pueden quando en sus confesiones no digan' todas sus culpas por no haberlas podido encontrar todas. Bástales exá- minar sus conciencias prudente y cuidadosamente, y despues decir al confesor sus pecados segun que 'los hayan podido averiguar. Bástales formar varios cóm- putos por dias, semanas Ó méses, diciendo: esto me rece, poco mas ó ménos. Pongamos un exemplo. Jn maldiciente habitual, que pór una mala costum- bre ha prorrumpido en maldiciones con freqiiencia E l- TETIPEIB TV IS IDA 201": 13 ¡4 ” Sr Ñ OQ ¿a Us d qe PD o “ » IS e a . : | e, ja (a) In omni patientia er doctrina. 1, ad Timoth, cap, v1.2 ; 1 DIO y de “convertirse á Dios det 'su'corazon; aun |
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