BCCSAL000584-F-10000000000000

70 DOCTRINA VI. ciliable de las almas, no solo ha nealveno gran= des abusos en el exámen de los pecados, en el. dos lor de contricion por haberlos cometido, y enel firme propósito de no cometerlos en adelante, sino. que tambien ha persuadido á «muchas gentes no- ser necesario mas para confesarse bien que llegarse al. confesonario, dar rienda á, su lengua para hablar quanto, se les. antoje, sin querer sujetarse á las dis y posiciones del confesor, ni reconocerse, por la: $Las vedad de sus culpas, esclavas de satanás, enemigas de Dios, y desheredadas de la gloria. No pocas per- sonas málgastan mucho tiempo en explicar «todos los lances que antecediéron , acompañáron y subsiguié- ron al pecado, y que no son necesarios para la buen na confesion, y solo sirven para molestar al confe= sor, y hacer pesado y aborrecible el Sacramento. - Otras usan de unos rodeos interminables para decir su culpa, como quando para confesar una maldicion se refiere menudamente el alboroto de la vecindad, la desavenencia de las vecinas, los genios de sus ma= ridos, las palabras ásperas que primero se dixéron, y otras impertinencias semejantes, que manifiestan claramente faltarles aquel espíritu de humildad , que Us y explica sencilla. y dolorosamente su pecado. En este mismo. defecto incurren aquellas perso- nas que antes de manifestar sus eulpas descubren las de sus próximos, y pensando disminuir su delito con la manifestacion de los de su marido, sus hijos , sus vecinos y conocidos, le. aumentan y agravan mas con estos nuevos, pecados de detraccion que en el mismo confesonario. cometen. No equivoquemos las cosas, amados mios: cada uno debe acusarse de los pecados propios, no de los agenos, 4 méuos que estos se.hagan propios por. el escándalo, por el man- dato , por. participacion, por el consejo, porno impedirlos y. y en, suma , por qualquiera. de los.mo -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz