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62 00. 0mpocrima Vi JIM agena para desenifa dd: ya adulter$ en su Corazon: ¡Ved que grande pureza! El que mo leva su cruz y ne sigue,-no es digno de mí. ¡O qué mortificacion tan contínua ,'tan interior, tan several El que no se hiciere'como un niño, no entrará enel reyno de los cielos. ¡O'qué sencillez, qué humildad; qué inocencia! ¡O qué distantes de la observancia de estos SE evangélicos viven innumerables Cris: tianos! : 25 INDIO 1 ] 04 Conven o en que la: renuncia efectivacde as: 00 sesiones y haciendas es un saludable: consejo que nos da el Eyangelio de Jesucristo, para seguir mas libre y ligeramente á su Magestad : tambien confieso de uena fé que la continencia perpetua es otro de los consejos. No tengo precepto de Dios, nos'dice el Apóstol San Pablo, para obligarnos 4 ser perpetua: mente vírgenes: Consilium autem do, tanquam miseri. cordiam consecutus a Domino ; pero os lo aconsejo yo, ue he experimentado las misericordias del Señor. ien'hace quien se casa, la religion de Jesucristo no se lo prohibe ; pero hace “mejor quien no se casa, así la religion de Jesucristo nos lo enseña. La muger ca- sada tiene que agradar á Dios y á su marido, la doncella. solo 4 Dios, cansagrándose al Señor en el cuerpo y en el espíritu. Ved como de los dos consejos insinuados: hemos deducido una doctrina divina, -qué. nos conduce mas presto y con mayor facilidad 4 14 consecucion de nuestro último fin. ¿Pero quántos de los cristianos la observan? ¡Q qué pocos! Unas álmas rarísimas ¿unas almas que viven piadosamente en Je- sueristo, y en quiénes Jesucristo vive. Pocas son, es verdad; pero consolémonos con estas almas escogidas, | que sorel'hónor de la naturaleza homana, la porcion mas selecta de la Iglesia, y que no solo observan las obligaciones del bautismo , no solo cumplen los con- sejos y preceptos del Evangelio; sino que ici

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