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(68 ) no tenia otro principio que su esperanza, con que firme en las promesas del Señor , mo daba paso en la virtud que no anima- se su confianza. Pero donde sobre todo dió mayores muestras su esperanza, fue en su última enfermedad, cuando despues de recibido. el Santísimo Viático, solia repetir, con especiali- dad en ocasion de visitarlo. un individuo de esta villa: ya he logrado lo que apetecia , de recibir 4 mi satisfaccion los santos Sacramentos : ahora venga la muertecilla cuando quisiere , venga cuando le parezca. Esto sí que es tener esperanza cierta , dice S. Gregorio el Magno: qui autem de sua spe, et operatione secu- rus est pulsanti confestim aperit (163). Daba animado movimiento á esta esperanza lo acendrado y seguro: de su fe. Á esta atribuye el apóstol la egecucion de todas las maravillas del mundo (164): con ella venció nuestro Venerable todos los asaltos del comun enemigo, resistiendo 4 sus.astucias con lo fuerte de su fe (165). Era ésta tan sobresa- liente entre las demas sus virtudes , que siendo en todas seña- lado «se dejó no obstante ver con singular hermosura, Ha= blabacde sus misterios y artículos con tal profundidad: los esplicaba con:tanta propiedad y abundancia de doctrina , que daba bien 4 entender lo ocupado que estaba su entendimiento de estas” sobrenaturales luces. No lo mostraban menos susdaé= ciones; pues atento á que debemos con obras, manifestar nues- tra fe (166), se portaba con suma atencion, circunspeccion y modestia en las que miran 4' el culto y honor de Dios. En los templos asistia con tal devoción y encogimiento reverente, que lo causaba -en cuantos atentos lo miraban. Los divinos oficios los celebraba con grande recogimiento manifestando eñ su es- terior la interna luz con que en el espejo de su fe miraba los enigmas de su verdad (167): De esta fe viva son pruebas evidentes las gracias sobera- nasicon que el cielo la enriquece. En señal de su fe obrarán los creyentes maravillas , dice Jesucristo: lanzarán demonios, quitarán serpientes, hablarán nuevas lenguas, beberan veneno sin: dañarles, yy con pónér sobre los enfermos sus manos les darán salud (168). Esta última. parece cupo en suerte á nues- tro Venerable difunto, segun lo que nos indican multiplica- (163) Homil. 13. in Evang. (164) Hebr. 11. per tot. (165).4. Petr. 5. 9. (166) Jacob 2, 18. (167) 1. Cor. 13. 12. (168) Marc. 16. 17.