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(66) celebrado su provincia aquellos dias , le dijo fervoroso nuestro Venerable difunto : amigo, dejarse de esas cosas de prelacías, gue nada importan, y darse á lo principal, que es traer almas á Dios., pues bay necesidad de obreros en la Iglesia. Admiró aquel prudente varon el espíritu del Venerable. Padre , y formando concepto mas alto de su virtud , le quedó muebo mas afecto:eb adelante. La caridad perfecta no puede estar sin-la paciencia (156), con que haciendo la voluntad de Dios conseguimos sus prome- sas (157)-.Grandes pruebas dió de esta virtud el .espíritu de nuestio¡ Venerable difunto. Enel tiempo de su bien lograda vi- da contrajo varias y penosas enfermedades , que tolerando con la mayor conformidad, manifestaba en lo alegre y sereno de su.semblante, no solo su resignacion, sino tambien el gusto con que padecía. Por mas de ocho ó nueve años sufrió el tor» mento de un grano, que reverdeciéndole ámenudo, lo aqueja» ba de continuo , con tan estraño rigor, que no permitiéndole sosiego-algumo por su penosa situacion lé era en cada paso, en cada movimiento, ya sentado, ya caminando, el mas crus* do martirio. Pero;¡ó paciencia estremada! ni en su aspecto, nien sus palabras; ni.en sus acciones se.reconocia la mas leve señal de:sentimiento ó de que tal achaque padecia. Yo porimí ASeguro , que hasta despues de muerto, no he penetrado este asunto , no obstante la familiaridad que entre los.dos interve» nja. En su última enfermedad , que le duró casi treinta y tres Meses, se abrazó tan fuertemente con la divina voluntad, que no solo se,,conformaba.con sus altísimas disposiciones ,- sino que pasaba á darle repetidas gracias por ello.-Nowse 0la“en”sy boca palabra. mas contínua , que gracias á Dios, gracias:4 Dios por. todo; bendito sea Dios, bendito sea para siempre, porz que asi lo quieres, y le dispone: hágase su santísima voluntad en Hodo; y por todo. Pronunciaba estas cláusulas con tanto afecto, y <on tales sumisiones, que infundia devoción en quien las es» cuchaba. Cuando mas le apretaban las fatigas y dolores ; cuan» do su molesta cansada tos mas le ahogaba la respiracion, y le impedía el descanso , no tenia otro alivio, uo otro quejarse, Que reperir sín cesar: Sea por amor de Dios; vaya por Dios. Sea por amor de Dios y, vaya por- Dios, Señor, cúmplase tu santí- sima voluntad. (156) 1, Cor. 13. 4. (157) Ad Hebr. 10, 36,

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