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(59) : atiende al bien y utilidad del prógimo, para amarlo como á sí mismo. En el amor de Dios se adelantó tanto este varon Venera- ble, que abrasado su corazon en este incendio, exhalaba no pocas veces las mas vivas espresiones del interior oculto fue= go que lo animaba. De aqui procedia aquel su repetid > saludo del sursum corda , con que viendo parado ó como suspenso á alguno , le despertaba á levantar 4 Dios su corazon. De aqui aquel fervoroso celo , con que atendiendo á la gloria de su ama- do, no paraba de dia ni de noche de trabajar , por evitar en los hombres sus ofensas. De aqui el lastimarle tanto los peca= dos de sus criaturas, que herido su corazon del mas vivo sen- timiento, se hacia todo lenguas para en púlpito, en confeso- nario , en sus conversaciones, y en todo lugar y tiempo, de palabra y por escrito acabar , si le fuera posible , con tantas iniquidades. De aqui finalmente nacia aquel cuidado y solici- tud estremada en observar los divinos preceptos , en que co- mo dijo Jesucristo nuestro bien , consiste el amor á su Divina Magestad (142). Á este amor de Dios grande del Venerable Padre, acom= pañaba el mas tierno y filial que 4 la Reina de los Ang-les Mas ría Santísima profesaba. Inseparables , llegó 4 decir S. Cirilo Alejandrino, que eran estos amores á Dios y á María ( 143), y por eso nuestro Venerable difunto, como tan amante de Dios, lo era tambien de su Madre. Era este amor, no de boca ó de palabra, sino de obra y de verdad (144). Todos-los dias infa= liblemente le rezaba el oficio parvo, que intitula la Piísima ; y si alguna vez en uno, dos ó tres dias por sus ocupaciones lo omitia , luego que se desembarazaba algun. tanto, reintegraba aquella quiebra , con repetirlo segun el número de dias que ha» bia dejado de rezarlo. Asistia puntual á la corona ,.que todas las noches le ofrecen en comun sus particulares devotos: á que añadía entre año algunas novenas, sobre aquellas festividades y misterios de su especial devocion. El inviolable ayuno de los sábados, con otros devotos egercicios , los dedicaba al ho» nor y culto de esta purísima Señora. Y en sus sermones y con= versaciones privadas, exhortaba á todos 4 que fuesen siervos, y (142) Joan. 21. 14, (143) S. Ciril, Alexand. Homil ¿contra Nestor. (144) 1. Joan. 3. 18. *k
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