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(58) que tal vez llegase á formar escrúpulo de saber ó estudiar por mera curiosidad, conforme á la opinion de un docto, y bien fundado moderno (135): ya por practicar el aviso del Espiri- tu Santo , que dice no sepamos mas de lo que debemos y so- mos obligados: non plus sapere quam opportet sapere (136), Siguiendo este espíritu de pobreza , aborrecía el dinero, y como hijo verdadero de mi P. $. Fráncisco, huia de su mane- jo como de una vívora. Cuando sus devotos le daban ú ofre- cian algunas voluntarias limosnas, para que les digese algu- nas misas, ó no las admitia , ó si tomaba alguna cosa , que era muy raro , con su permiso y el de los prelados , las daba á po- bres y necesitadas personas. Su celda por muchos años fue la mas pobre y desaliñada del convento. Despues de misionero, eran adorno de sus paredes y estantes los libros, lienzos, imágenes y utensilios, que son precisos para el perfecto desem- peño de sus continuas tareas. En tanta escasez, no es de ad- mirar se conservase despegado su afecto de todo lo terreno, » sabiendo bien, que segun la doctrina del P. S. Bernardo, hace mas daño la aficion á las cosas de este mundo , que su misma substancia (137). Por esto se conservaba.con tanta indiferen- cia en las cosas que estaban á su uso, que se hallaba siempre pronto á carecer con gusto de ellas, si sus prelados lo orde- nasen. Esta evangélica pobreza anda siempre hermanada con la perfecta caridad; que por eso dice S. Lucas en los Hechos Apostólicos , que en los principios de la Iglesia parecia no ha- Fe ber sino un corazon y un alma en la multitud de sus creyen- % cari tes (138). El apóstol S. Pablo atribuye 4 la caridad el despego ad. ' de todas las cosas, aun de aquellas que como propias cauti- van nuestra aficion (139). Tan necesaria es en los predicadores esta escelentísima virtud , que quien carece de ella es indigno en sentir del gran P. S. Gregorio, del oficio de la predica- cion (140), No estuvo sin ella nuestro Venerable difunto , an- tes bien fue en su práctica tan aprovechado, que conforme al consejo del Apóstol , todas sus acciones eran dirigidas por la caridad (141). Dos ramos ó respectos tiene esta principalísima virtud , el uno mira á Dios amándolo sobre todo, y el otro (135) Besombes. Moral. christ. (136) Ad Roman. 12. 3. (137) S. Bernard. Serm. de bon, ser. (138) Act. 4. 32. (139) £. Cor. 13. 5. (140) S. Gregor. Mag. Homil, 17. in Evang. (141) 1. Cor. 16. 14.