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(42) qué libres de su servidumbre buscaban el cielo con verdad (83); pero advirtiendo, pasado algun tiempo que trocada esta. felici- dad.en. lugar de seguir hasta el fin este camino , habia cada cual declinado ó vueltoá la senda de sus apetitos (84)5 y aban- donando á el Señor , fuente de aguas vivas , fabricado para sí unas cisternas rotas y disipadas , incapaces de contener las aguas de la divina gracia (85), se lamentaba sin consuelo en vista de tan pronta y desgracida mutacion. Pues católicos , si quereis arrojar de vosotros tantos mons- truos infernales, manos á la obra , á la mortificacion , y peni- tencia ; porque este género de demonios con nada puede ahu- yentarse , sino con la oracion y el ayuno (86). En vosotros parece se-ha cumplido 4 la.letra aquel aviso de nuestro KRe- dentor, que despues de haber salido de el hombre el inmundo espíritu, vuelve de nuevo 4 visitarlo, y hallándolo vacio de virtud , y que vive quieto en su pecado, lleva consigo otros siete compañeros. mucho peores que él, y entra de nuevo en su habitacion antigua , y vienen á ser estos fines perversos mas deplorables que sus malos principios (87). Mucho decir parece; pero lo cierto es , como todos vemos y el Venerable Padre decia, que hoy se halla esto mucho peor que antes. Y si entonces la relajaba un solo vicio, ahora podemos decir, que es, iniversitas iniquitatis, universidad de toda iniquidad y maldad:(88) Llega ya 4 lo sumo la malicia, y en vez de ade= lantar en la virtud, va cada dia tomando cuerpo la relajacion: nada basta para apartaros de ella. Las mas eficaces diligencias de los predicadores mas celosos quedan frustradas , porque ca- da cual de vosotros, alegando mil escusas á sus pecador 180, deja burlada su eficacia con el quis te constituit judicem super nos? (90) que dijo á Moises el antiguo hebreo. Pues andad en buén hora, seguid en vuestra dureza que ya vendrá el dia de Dios encendido como un horno; y sereis abrasados como esto- pa de la voracidad de sus llamas (91). Esto sera lo que aquejaba y oprimia el corazon de nuestro Venerable difunto. Por eso aplicaba todas sus fuerzas este la= brador evangélico para arrancar y destruir tanta maleza, y plantar de nuevo las flores de la mas sólida virtud. No perdo= (83) Isai.38. 7. (84) Isai. 53. 6. (85) Jerem. 2. 13. (86) Mare. 9. 28. (87) Luc. 14. 26. (88) Jacob 3. 6. (89) Psalm, 140. 4, (90) Exod. 2. 14. (94) Malach. 4. 1.
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