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(24) «medio su descanso (23). Si os lamentais de su falta ó del bien que hemos perdido ,. es. muy justa vuestra pena; pues por ella carecemos de los benignos. influjos de un astro tan luciente. A el ver se llevaba Diós para sí, á su venerado maestro y padre Elias, rasgó Eliseo sus vestidos de dolor y de senti- «miento (24): mas no sentia su transito ó ausencia de esta vida; (que tales fallecimientos mas:son para envidiados que para sen- tidos): lloraba sí, y se lamentaba de la falta de aquel caudillo y director del pueblo de Israel. A. este modo hemos de sentir mosotros la muerte de nuestro Venerable difunto, 'no,porque dejó este destierro miserable; sí porqúe en su falta incurrimos la mayor fatalidad. Fue:siempre el Venerable padre un labra- dor incansable, un. operario evangélico, que sin cesar un pun- to en sus apostólicas tareas trabajó fielmente en la viña del Señor , ya limpiándola de las malezas de la culpa (25); ya de- fendiendola de las infernales raposas que la destruyen(26) con su falsa doctrina; y ya plantando, cultivando, y fomentando envella las flores de la, virtud y dela devocion.. De modo fue esto , que jamas lo rindió. el, trabajo, mi se confesó cansado por mas fatigado que se viese. Y pudiendo decir de sí, que habia eyado el peso-todo: del, día, del sol, y del :estio (27), y no 1menos de la noche; tiunca , con todo eso , se,negó á nuevas fa= tigas y tareas , por ¡mas que su. molido y fatigado cuerpo gri- tase por su descanso y por su. alivio. Esta es la: razon: porque me he valido de las palabras de Zacharias, en quese;nos propone el. mismo profeta co a- brador y trabajador desde sus tiernos años : Homo agricol sum; quonidm Adam exemplum meum ab adolescentia meaN me parece puede darse testo mas aproposito para nuestro Ve- nerable difunto; pues si lo buscamos en el siglo, lo hallaremos ocupado desde niño en el cultivo de la tierra en noble imita- «cion del profeta y de nuestro primer padre Adan ::si lo aten- demos en la religion , lo veremos empleado desde recien pro- feso en la labor de la viña. de la santa Iglesia 5.mo solo con el egemplo de sus religiosas acciones , sino tambien con la ense- ñanza de su doctrina , ya en púlpito, ya en el confesonario, y ya en las privadas conversaciones , que por lo comun eran so- (23) Eccli. 22. 14,:(24) 4. Reg. 2. 13., (25) Isai.:5. 4. (26) Cant. 2,45% (27) Marth. 20. 420.