BCCSAL000582-D-20p2d000000000
59 hecho presa de los verdugos, que le man- dan se tienda sobre la cruz; mira con qué crueldad, sin rastro de compasion, toman aquellas manos santísimas que tantos mi- lagros habian obrado ante sus mismos ojos, y aquellos santísimos pies que tantos pa- sos habian dado para su, remedio, y con unos clavos gruesos le clavan en la santa Cruz, y con grandes gritos le levantan en el aire y le fijan en la peña, quedando á vista de todos el mas doloroso objeto, y el mas tremendo cargoá la de los cristianos que le hemos ofendido. Los dolores de la erucifixion no son comprensibles á nin- gun entendimiento criado, porque la san- tísima Cabeza estaba taladrada con las es- pinas, las manos y pies con los clavos, los huesos del pecho fuera de sus lugares por haber tirado de los brazos con tanta cruel- dad, y la espalda santísima hecha una viva llaga, renovada con haber estado so- bre el tosco madero mientras le crucilica- ban. Todos estos tormentos en el mas fino y delicado cuerpo, qué dolores tan vivos causarian , y mas estando espuesto 4 la inclemencia del tiempo, que con su des- temple mostraba el natural sentimiento en la muerte de su Criador. En este doloro-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz