BCCSAL000582-D-20p2d000000000

las blasfemias mas execrables, se hinca= an de rodillas, y con desprecio le fingian adoraciones. ¡Ay, alma mia! Coteja este su= - frimiento con el tuyo; mira si alguna vez has sufrido alguna palabra injuriosa sin mostrar enojo, por el amor de quien tan- tas sufrió por ti, y mira cómo te has con- formado con este divino ejemplar, que de- be ser tu modelo. ¡Ay, Señor, cuándo sa- bré sufrir algo “por vuestro amor! Tened, Jesus mio, misericordia de mí, Se tendrá sobre lo dicho un rato de medita- cion, y luego dirán todos la siguiente ORACION. Crucificado Jesus, Padre amantísimo de mi alma; yo os adoro con todo mi co- razon, 0s doy gracias por haber padecido tanto por mi amor, y os ruego, por la pe- na con q os presentásteis ante el presi- dente Pilato, respondiendo á sus pregun- tas con tanta humildad como si estuvié- seis cargado de delitos, y por el dolor que sufrísteis en casa del ambicioso Herodes, cuando pretendia que hiciéseis milagros en

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz