BCCSAL000582-D-20p2d000000000

42 Magestad ! ¿Pensaba acaso que no me veíais vos? ¡Oh, qué loca fantasía! ¿Pensaba que tenia algun privilegio para pecar sin enojaros? ¡Oh qué delirio tan necio! ¿Qué es esto, Señor? ¿Qué? ¿Os he ofendido? ¿Yo? ¿Y á vos? ¿ Yo, la misma maldad y miseria, incapaz por mí de tener un buen pensamiento, á vos, que sols el bien sumo, á quien debo mi sér, mi conservacion, y todo cuanto soy, tengo y espero? ¡Ay dulce Jesus mio! muera yo de dolor. ¿Qué haré, . vida de mi alma? ¿Qué haré? ¿Pero qué he de hacer? Arrojarme á esos santísimos pies. Aqui, bien único de mi alma, os pido de corazon que me perdoneis, y que no permitais que vuelva jamás á ofenderos, an- tes padezca mil muertes que pierda nunca «vyuestra gracia. Jesus Crucificado, tened mi- sericordia de mí. | | Setendrá sobre lo dicho un rato de meditacion, y luego dirán todos la siguiente ORACION. Crucificado Jesus, Padre amantisimo de mi alma, que por el esceso de vuestro amor quisisteis padecer tan dolorosa Pasion

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz