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59 SOBRE LA DIVINIDAD Dei. et dabitur genti facienti- fructus ejus: Pero por qué causas sé viene á perder la religion? Escuchadlas y temblemos, vuelvo á de- cir tercera vez. El desórden de las costumbres y el libertinage en el pensar , hacen perder lasanta religion. De la corrapcion del co- razon se levantan la nubes que :ofuscan el espíritu; y. mientras el corazon no se vicie, permanece el espíritu religioso. Las pasiones desenfrenadas con el desórden , tratan de asaltar: las. trincheras que la religion las opone, que la conciencia Jas presenta, y cuya integridad reclaman la: razon y la fé. Para llegar á ser impío es menester empezar por-ser vicioso. Ved como se pierde la. religion. Tambien se pierde por la leccion de los libros impios y libertinos- Al principio se leen por curiosidad y por pasatiempo; y la ponzo- ña diestramente preparada va.comunicándose á la sombra. de la ignorancia y la pasion del que la toma: el escritor astuto enreda con principios capciosos el entendimiento de sus lectores oscure- cido con los vicios: no le permite discernir la mentira y la verdad, porque todo se le presenta envuelto con el velo de la ilusion; y ya desde entonces caminan las pasiones deacuerdo con el espiritu , y siguen el error y la. impiedad que las conviene establecer :- fami- liarizados con estas obras de tinieblas , siguen sin mas exámen sus principios, se preconizan con entusiasmo , Se reparlen. y comuni- can , y se hacen maestros del error los que deberian ser discipulos de la verdad. Se principia por la curiosidad y presuncion, se Con» tinúa por la temeridad, y se acaba por el abandono de la religion. Por qué mas medios se pierde esta luz divina? Por la omision de los ejercicios santos que la misma religion prescribe. Se hallan muchos cristianos que lo son solo en el nombre : sus obras nos lo demues- tran. Consagrar al Señor el principio y finde cada dia por la ora- cion : asistir cuando deben al adorable sacrificio de la Misa con mo: destia y devocion, recibir con frecuencia los santos sacramentos, 0b- servar los preceptos de la Iglesia, mortilicar la carne con asperezas, vivir con un espíritu de penitencia, de desprendimiento y de pureza: acostumbrarse á la leccion de libros: edilicantes, huir. los teatros, las malas compañías, las ocasiones peligrosas y la ociosidad;, nada de esto se les vé: en su conducta : todo es para. ellos desconocido. De este criminal letargo nace el olvido de las verdades elernas , la indiferencia con que miran su salvacion, la ceguedad de su espí- ritu, el menosprecio delas gracias, el disgusto de Dios y el aban- dono de la religion. Ved, amados cristianos mios, como se em- pieza por abandonar las: obligaciones. de la religion, y se acaba