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42 SOBRE LA DIVINIDAD Vuestra religion, cristianos mios , no solo es pura en lo que enseña, lo es tambien en lo que manda. El culto y la moral son e] objeto de sus preceptos. Considerad católicos vuestro culto , y le vereis puro y santo: rellexionad sobre la moral del Evangelio, y vereis la humildad , el desinterés , el reconocimiento, la sumision, la caridad , y en una palabra, todas las virtudes. Las ceremonias esteriores son santas y augustas; todo respira en ellas la majestad del Dios á quien se dirijen , y el celo respetuoso del hombre que las ofrece.. Por el ejercicio interior de la fé , de la confianza , de la obediencia , de la adoracion, de la conformidad de nuestra volun, tad con la divina y las demas virtudes , Procuramos delinear en nuestras almas la imágen de las que practicó nuestro padre celes- tal; ved un culto de imitacion. Por nuestros himnos y cánticos, publicamos sus grandezas y perfecciones: culto de admiracion. Por las ofrendas que le presentamos , Por la tierna memoria que conservamos de sus beneficios , confesamos que todos los hemos recibido del Señor , como fuente y manantial inagotable de todos los bienes: culto de reconocimiento. Por nuestra sumisión á las leyes que nos ha intimado , respelamos sus órdenes y su soberana voluntad ; culto de obediencia. Por el arrepentimiento de nuestros estravios , por la dolorosa confesion de nuestras faltas , por. los liernos suspiros con que clamamos , le reconocemos por nuestro Padre, y nuestro único y sumo bien: culto de esperanza y de amor. Por nuestras oraciones , por nuestras súplicas, por nuestro humilde abatimiento en su adorable presencia, imploramos sus misericordias , reconocemos su omnipotencia y su soberano domi- nio: culto de dependencia. Por el sacrificio de la víctima sacro- santa espiamos nuestras faltas , aplacamos sus enojos , agradece mos sus beneficios y conseguimos sus socorros; culto de adoracion, de espiacion, de impetracion y accion de gracias. El culto interior es el alma del culto esterior; este ayuda , manifiesta y sostiene á aquel, y el uno y el otro forman el verdadero culto que debe dar el hombre con su cuerpo y su alma al omnipotente Criador de su alma y de su cuerpo : culto razonable , culto que la religion manda, y culto «que Dios aprueba. Puede imaginarse un culto religioso Unas puro ni mas santo? Rationabile obsequium vestrum. Para hablar de la moral del Evangelio , era menester escribir grandes libros: digamos solamente que condena todos los vicios, y manda todas las virtudes. Los vicios que la razon desaprueba, nuestra religion santa los proseribe por el temor de un Dios ven-