BCCSAL000549-A-09000000000000

DE LA RELIGION CATOLICA. A union necesaria con la materia; ellas pueden Separarse: aqui teneis la posibilidad de la presencia real de Jesucristo enla Eucaristía. La separacion del alma y el cuerpo, no dicen opo- sicion esencial con una nueva unión: ved ahi la posibilldad de la resurreccion general. La naturaleza no dice conexion necesaria con estas ó las otras leyes precisamente; el que las puso puede in- terrumpirlas ó dispensarlas : aquí teneis la posibilidad de los mila- gros. La unidad de naturaleza , qué oposicion dice á la multiplici- dad de las personas? Ninguna. Pues en dónde está la imposibili- «dad ó repugnancia del adorable misterio de la Trinidad? Acabémos de confesar de buena fé, que nuestros santos dogmas nada tienen que sea evidentemente contrario á la razon. Si el que no lus com= prende, no debe creerlos ; tampoco debemos creer. que vivimos, porque á la verdad no comprendemos como vivimos. Tampoco de= bemos creer que pensamos » porque no alcanzamos á conocer como sea nuestro pensamiento. Quién negara que caminamos , nos sen tamos, nos movemos , hablamos , vemos y oimos? Y quién espli= cará como el alma espiritual imprime su accion y movimiento en el cuerpo ? No señores. No es solamente en la armonia del uni- verso, en el movimiento periódico de los astros y en la naturaleza de los elementos , donde nuestras fuerzas naturales se estrellan,, y nuestras luces se ofuscan; dentro de nosotros mismos hallamos abismos insondables. No hay enigma mas incomprensible para: el hombre , que el hombre mismo. Neguemos ya nuestra existencia, pues que no la comprendemos. Miserable ceguedad , querer some- ter los misterios de la divinidad, las maravillas de la creácion y las operaciones de la Providencia , á las débiles luces de la humana inteligencia, que se confunden en una yerba , en una flor, en una arena , sin llegar jamás á comprenderlas ! Quedemos, pues, firme= mente persuadidos á que la incomprensibilidad de nuestros dogmas no destruye la credibilidad que les ha impreso la divina revelacion. Cuando hablan tantos estupendos prodigios, obrados delante de todas las naciones: cuando tantas ilustres profecías, justificadaS con el-mas exacto cumplimiento :cuando' millares de millares de testimonios dados:por- los: cielos y la tierra , atestiguan la verdad de nuestros dogmas, cómo podrá justificarse el incrédulo con:el título de su incomprensibilidad ? Oh Dios y Señor , esclamaba el santo profeta David, vuestros testimonios tienen un carácler:su- perabundante de certidumbre y credibilidad ! Justa.es, razonable es, la sumision que les prestamos, decia el apóstel San Pablo.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz