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40 SOBRE LA DIVINIDAD bre para entregarle sin freno al desórden de sus pasiones y sus furores. De todo lo cual concluiremos : luego hay una ley divina: una regla eterna é'inmutable de costumbres que obliga en todos los tiempos y en todos los lugares, y que niuguno puede traspasar impunemente. Ved como los dogmas sacrosantos de mi religion, aunque algunos sean oscuros en sí mismos, se demuestran por otros principios evidentemente conocidos y confesados de todos. Eso es verdad, dicen los impíos , que una cosa oscura se prue- ba y hace clara por un principio claro con que está unida; pero en vuestr os dogmas , añaden , hay lo repugnante de ser contrarios á la razon. Y en vuestras imposturas, responderemos nosotros, hay Lo ridículo é injusto, de hallarse mil veces confundidas , y mil veces vueltas á proponer , sin que vosotros querais ver la luz, ni usar con rectitud de vuestra razon para confesar con ingenuidad y franqueza las verdades demostradas. Millares de veces se os ha dicho que una cosa es ser sobre la razon, y otra ser contrario á la razon. Nuestros dogmas superan el alcance de la razon natural porque de otro:modo ni fueran misterios, ni la fé tuviera mérito en su creencia ; pero no son contrarios á la razon. Esta luz natural nada halla en los dogmas que la sea evidentemente repugnante ó imposible. Idlo escuchando. No solo no es contrario ni repugnante á la santidad de Dios , sino muy conforme á ella, el que siempre aborrezca lo que siempre es pecado; y siempre ame loque siem- pre es virtud. No es verdad ? Pues hay teneis la: posibilidad y la verdad de las penas y recompensas eternas én los que salen de esta vida en pecado ó en gracia. En el uno siempre Dios verá y aborrecerá el pecado: en el otro siempre verá y amará la virtud. Ved ahí el infierno eterno con que castiga. al pecador, y el cielo eterno con que premia al justo. El género humano no tenia un derecho imprescriptible al esta- do de la justicia y felicidad original. Dios'le crió en ella por un puro efecto de su gracia, de su bondad y de su beneficencia : los hijos han podido sin injusticia ser privados de este beneficio;-y castigados -por el delito de sus padres. Ved ahí la posibilidad del pecado original: que tan oscuro le parecia á la razon. La natura= leza humana no dice oposicion esencial á otra naturaleza superior; puede muy bien efectuarse esta union aunque no se comprenda por la razon , como realmenté no se comprende la union de la natura— leza del alma inmortal al cuerpo mortal: ved ahí la posibilidad de la encarnación del divino Verbo. Las apariencias no dicen