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Y FALSA DEVOCION. 479 pobre mujer viuda, con hijos pequeños á quienes mantener ; con casa de que cuidar, y labores en que ocuparse, se esté toda la mañana ó la mayor parte de -ella en la Iglesia, orando, visitando los altares ó el via-crucis, abandonando su casa, sus hijos y sus ocupaciones , esta no sería verdadera devoción. sino un error, una ilusion, un engaño , pues faltaba á sus primitivas y esenciales obligaciones. Que una mujer casada , no cuidando de su marido, solamente cuide de asistir á todas las novenas que se hacen en su pueblo, que vuelva tarde á su casa donde halle las cosas sin arre= glo , y á su marido desazonado é inquieto con su tardanza , quién no dirá que falta a su obligacion , y que su concurrencia á las no- venas es un delito? (Que un artesano pierda su jornal por estar oyendo misas toda la mañana, viva el resto del dia ocioso, y se queden sin alimento su mujer y su familia, quién no se persuadi- rá que .esun- hombre iluso engañado con su falsa devocion ? Qué diríamos de un comerciante que tuviese sus cuentas sin ajustar, sus. compras y ventas sin arreglar , y sus libros de caja embrolla— dos , llenos de confusion y desorden, por estarse largas horas: en la. Iglesia ? Qué pensaríamos de un juez, de: un abogado ú: otro hombre de negocios, que por asistirá todos los sermones, á: los ejercizios y al rosario, retardase el despacho de las cansas, eter= nizase los procesos , penjudicase á los litigantes «con: tan pésimas dilaciones, dejando las escrituras sin firmar, los. pedimentos sin presentar, las citaciones sin-hacer, y al fin pronunciase una sen- tencia precipitada y sin:conocimiento exacto de la parte donde se hallaban la yerdad y la justicia? Qué diríamos , repito , de un hombre de este carácter? Qué habíamos de decir, ni qué ha. bíamos de pensar, sino que este, aquel y Jos otros que hemos nombrado poco há, faltaban enormemente al cumplimiento desu obligacion, á la sombra de una devocion fantástica y. mal entendi- da. Es, pues, una regla escelente., amados mios , juzgar de nues- tra devoción por nuestra obligacion, y establecer nuestra devocion sobre-el cumplimiento exacto de nuestra obligacion : regla segura, regla general, y que comprende todas las personas del mundo. Toda otra devocion sin esta idea no es mas que una devocion ima” ginaria: y esta sola sin independencia de las demas, puede haver- nos adquirir el mayor mérito, y elevarnos al mas alto grado de santidad. Dije tambien, que los verdaderos devotos no solo hacian su mérito para con Dios, cumpliendo exactamente ton sus obligacio-

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