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DE LA RELIGION CATOLIGA. 31 mas espesas y palpables que las qae cubrieron el Ejipto. La natu- raleza de Dios y la naturaleza del hombre, volverian á. quedar abismadas en aquel caos impenetrable á los filósofos y á los hom-= bres mas ilustres del paganismo. Abramos los ojos para ver el universo, y en este gran libro, escrito con caractéres indelebles, veremos la existencia de Dios, principio de todo, conservador de todo, y primer motor de todo. Qué grande, qué magníf ico.se presenta! Qué sabiduría tan infinita preside á sus consejos! Qué omnipotencia brilla en sus obras | Yo siento su-presencia: yo tiemblo delante de él, yo le amo y adoro. Sobre el mismo mundo que habito veo millones y millones de hom- bres de la.misma naturaleza que la mia. Conocerme á mí es cono= cerlos á todos. Trato de conocerme: reflexiono sobre mi naturale- za; pero Dios inmortal, qué oscuro laberinto se presenta de re- pente á mi imaginacion! Mis ideas se pierdeny. se confunden! Cuanto mas considero , mas me abismo. Por qué yo me veo rodea- do de miserias , cuando yo siento en mí una inclinacion poderosa d la felicidad? Por qué yo me veo castigado en mi tierna infancia, antes de saber lo que es delito? Por qué yo esperimento en mj una atraccion grande hácia el mal, cuando mi razon me manda imperiosamente obrar el bien? Por qué suspiro por mi verdadera y completa felicidad, no hallando vestigios de ella aquí en la lier- ra? Por qué Dios me entrega á un mar borrascoso de aflicciones y calamidades, sabiendo yo que es esencialmente bueno , y que ¡n= finitamente me ama ? Por qué permite que la virtud gima oprimi- da y que el vicioso viva prosperado, no pudiendo yo. dudar que ama la virtud y aborrece el vicio? Por qué... . mas no prosigamos. Basta lo dicho para conocer el abismo de incertidumbre y de 18- norancias en que me enyuelvo, si calla Ja religion. Pero apenas esta bella aurora. muestra su luz ; apenas habla, las nubes se disipan, la claridad aparece, y todo se descubre. Yo soy desgraciado, por haber nacido de una sangre infecta por la pri- mera culpa. Tengo inclinacion al mal , porque mi naturaleza , vi- ciada en su orígen, no está como salió de las manos del Criador Yo suspiro por la felicidad, porque soy formado para el soberano bien. Esperimento batallas, porque Dios me prepara las coronas. Dios es santo , prohibiendo el crimen; justo , castigándole ; miseri- cordioso , perdonándole. Dios es bienhechor, y. nos colima: de sus dones: es santificador, y nos previene con sus gracias:: liberal. y magnífico, y nos recompensa con una gloria. eterna. nuestras yir-