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a SUBRE 1A ENERNIDAD, dz sois todo caridad, vuestra ley toda caridad, vuestros preceptos to- dos caridad - ya lo conocen y detestan sus ódios y enemisiades: Ve- quaquam ingreliatur ad regem. Salgan para siempre desterrados al infierno. Señor, que se reconciliarán con sus prójimos, que les pe» dirán perdon de los agravios que los hayan hecho, que los amarán de todo corazon y vivirán en paz con ellos. Ya es tarde: Judicium sine misericordia ,illi qui non fecit misericordiam. (1) Acércase un lascivo al terrible tribunal del Omnipotente: y qué escucha? A y ! un eterno destino á los braseros elernos. Señor, que mortificará su carne, que refrenará sus pasiones , que remediará los escándalos, que vivirá en continencia y en toda castidad : Ve- guaquam ingrediatur. Ya es tarde: aquí no entra cosa manchada; y el decreto se le ha intimado de que no hay cielo para los desho- nestos : Qui talia agunt, digni sunt morte. (2) Ahí teneis un avaro en vuestro tribunal; qué le decis, Dios Eterno? Egrediatur edictum. Marche para siempre desterrado de mi vista. Señor, que ya conoce puso indebidamente su corazon en el dinero: que ya llora los fraudes, los engaños, las usuras y to- das las demas iniquidades que acompañaron á su insaciable sed de las riquezas: que ya detesta haber traspasado vuestros mandamien: tos, las leyes de la Iglesia y los decretos de los principes, sin res+ pelar siquiera los vínculos del parentesco, los clamores de su mis- ma sangre, ni escuchar la voz de la conciencia : Veguaquam ingre diatur. Señor, que restituirá, Señor, que resarcirá los perjuicios y dará grandes limosnas de sus propios bienes. Ya no hay reme= dio, ya está el decreto pronunciado: Veque adulteri, neque avarí regnum Dei possidebunt. (3) A lo menos , Señor, compadeceos de un hombre de negocios; de un agente de pleitos, de un magistrado, que casi compelidos de los empeños, de la amistad, del parentesco , de las ofertas, de las dádivas, retardaron artificiosamente un proceso , embrollaroa una causa, desfiguraron una verdad, defendieron una mentira, y al' fin contribuyeron á una sentencia injusta: Egrediatúur edictum. Fuera todos estos de mi reino para siempre. Señor, que resarcirán los daños ocasionados á las partes inocentes: que no admitirán causa que no sea justa: que mantendrán una vida enemiga de la (1) Jacob. c. II, y. 12. (2) $. Paul. Epist. ad Rom. c. I, v. 39, (3) Epist. I ad Corinth. c. Vi, y. 9. A A | PE .. 7
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