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SUBRE' LA? ETERNIDAD. 437 eifiarum sapientie, et scientie Dei! (4) Oh: incomprensibles cami nos, é investigables decretos de la misericordia y de lajusticiá de Dios ! En un momento baja el uno desde las puertas del cielo hasta lomas profundo del infierno; y en un momento sube «el otro desde las puertas del infierno «basta la gloria, recibiendo ambos un: des cre'o, aunque encontrado «en su destino, irrevocable en su dura- cion, de eterna bendicion para el uno, de una maldicion eterna para el otro. Pubrecillos pecadores de mi alma, advertid que en estos bre- ves y trabajosos dias que vivis podeis reprimir vuestras pasiones, podeis llorar los desórdenes de vuestra vida , podeis hacer frutos dignos de penitencia y podeis alcanzar la gracia y amistad de vués- tro Dios; pero apenas la eternidad os envuelya en sus inmensos senos : apenas el decreto de vuestro eterno destino se pronuncie, ya el tiempo de arrepentirse se acabó , ya la penitencia es impo= sible para vosotros; y á la parte que el árbol cortado se incline, y caiga, bi erit, (2) alli permanecerá por los siglos de los siglos... Oh decrelo irrevocable! qué espantoso y qué terrible-eres! Dios no se mudará jamás ! el pecado no se perdonará jamás]-el alma no morirá jamás! el infierno no se apagará jamás! A dónde acudi- reis entonces, pobrecilios pecadores? Acudireis á Dios? Es inmu= table. A vuestro corazo1? Ya es inmutable. A vuestro destino? Ya es inmutable. Acudireis á los santos, á los ángeles, á la Virgen, madre de Dios, y reina de los ángeles y sántos? Ay qué: tarde acudireis ! Ellos se alegrarán entonces con el castigo de vuestras maldades, viendo resplandecer la justicia de Dios en sus rectisimos decretos en vuestra muerte despues de haber esperimentado los maravillosos efectos de su divina misericordia , inutilizados por yuestras culpas en vuestra vida: Letabilur justus cum viderit vin dictam. (3) No hay remedio, hermanos mios : entonces todo re- curso se acabó. Oh cuántos teneis ahora , que: lastimosamente perdeis! Sila reina Vasthi (oid con atencion este notable ejemplo de la divina Escritura, que esplica admirablemente 4 nuestro propósito San Juan: Crisóstomo) : si la reina Vasthi, dice el santo, hubiera reflexionado sobre la infelicidad en que iba á sumergirse por no (4) Epist. D. Paul. ad Rom. c. XI, v.: 33, (2) Eccles. e XI, v. 3. (3, Psalm. LVH. v. 1.

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