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DE UNA RELIGION REVELADA. mM parricidas ofreciesen sus hijos al idolo Moloch en los tiempos anti- guos; y ella misma en los presentes dias enseña á los infelices in- dios á sacrificar á los manes de un ilustre muerto sus esclavos y sus mujeres. Esta voz arbitraria y mal entendida condujo á los ro- manos y á los griegos al estravío horrendo de transformar los vi- cios en virtudes , erigiendo templos y levantando altares en medio de Roma, de Atenas y de Paphos, á la mas brutal de las pasiones, la impureza. Válgame Dios! Hoy mismo, en nuestros mismos tiempos, esta voz mal entendida, precipita de error en- error á esa tropa orgullosa de soberbios, impíos y libertinos, en quienes se hallan tantas religiones como cabezas, y cuyos principios opues- tos y contradictorios , no se uniforman si no para abrir Ja puerta á jos vicios y aborrecer la verdadera religion. En suma, esta voz arbitraria y mal entendida RELIGION NATURAL , dió ocasion á un fa- moso impío para imputar injustamente á la religion los estravios, ¡os desórdenes y males que nacen del olvido de la revelacion. Zan- tum religio potuit suadere malorum ! Es, pues, menester confesar como una verdad cierta y cons- tante , que la religion puramente natural , no es una religion suli- ciente , sea que se la mire de parte de Dios, ó de parte del hom- bre. Ella es el fundamento de la religion; pero no es, ni puede ser todo el edificio: ella restringe el dominio y soberania de Dios, dispensando al hombre de la sumision y obediencia que debe á sus leyes y preceptos positivos: ella espone la santidad de Dios á un culto impuro ó insuficiente , como tantos que se le han tributado con el mas grosero error : ella ataca la sabiduria de. Dios , queno le ha manifestado bastante claro su voluntad, segun se le figura; y ella misma abisma al hombre en las mas oscuras tinieblas, 10 espone á los precipicios mas funestos, y le estravía por los desór” denes mas deplorables. Y si la religion puramente natural es insuficiente, como lo aca- bamos de oir, qué sería oscurecida y manchada con los vicios del ateismo y deismo? No, amados cristianos mios, la religion, si al- guna tienen unos hombres tan ignorantes, no puede ser la religion que el cielo aprueba, por ser una religion que la razon condena. Llenaos de horror y espanto al responderme. Qué podremos pen- sar de una religion que no cuenta en todos los siglos mas que un puñado de hombres esclavos de sus cuerpos y pasiones? Qué nos pueden oponer á los millones de hombres virtuosos y santos.qu* cuenta el cristianismo en los fastos de su historia, mas que un