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406 SOBRE EL MODELO los objetos , las causas y las ocasiones de sus pecados, Santo fer- vor, que condena altamente á tantos penitentes de imaginacion y de ceremonia, que á semejanza de las tribus de Israel y de Judá, dan buenas palabras, pero jamás llegan las obras: que prometen mucho con la lengua, pero su eonducta siempre es una misma: In omnibus his non est reversa ad me prevaricatriz. (1) Mujeres vanas, cuántas veces habeis escuchado como la Mag- dalena los gritos de vuestra conciencia que condenan vuestras con currencias á los teatros, á los bailes, á los juegos y á las conver- saciones en que corre riesgo vuestra honestidad? Cuántas veces os ha representado como reprensible delante de Dios las horas que gastais en el tocador, el esceso de vuestras galas, lo incidente de yuestros vestidos? Sin embargo vosotras os haceis sordas á las vo- ces de vuestro corazon, y en vez de imitar á la Magdalena renun- ciando para siempre las vanidades del mundo, continuais en ves- tir con inmodestia, franqueais con indecencia vuestro seno á los ojos atrevidos de los hombres, frecuentais los toros y teatros, man teneis vuestro lujo, y perseverais en un tono de vida, que no Lie- ne de cristiana mas que el nombre : Zn omnibus his non est reversa ad me prevaricatriz. Mujeres impuras, entregadas al desenfreno brutal de los jóve- nes lascivos, de los casados torpes, ú de cualquiera otra clase de hombres deshonestos, cuántos escesos habeis cometido ? Cuántas yeces os habeis arrojado como la Magdalena á los piés de Jesueris- to para llorar vuestros desórdenes , para reparar vuestros escán= dalos, para enmendar vuestra mala yida? Ah! vuestros cortejos siguen, vuestras enemistades continúan, vuestros escándalos no cesan, y vosotras seguis de la misma suerte un año que otro, sin mortificar vaestra carne, sin apartaros de los peligros , y siempre en pecado. Infelices! En pecado vivís. En pecado morireis: /n om- nibus his non est reversa ad me prevaricatriz. Mujeres tímidas, doncellas vergonzosas , cuántas veces han resonado en yuestro corazon los respetos humanos? Cuántas veces el qué dirán os ha retrahido de la frecuencia de sacramentos, de la asistencia á las iglesias, de la concurrencia á los hospitales, de la modestia en el vestido , y del retiro de los peligros y de la santa oracion? Ah, pusilánimes ! Imitad á la Magdalena, rompiendo con valor por todos los respetos humanos , y haciendo pública profe- (1) Jerem. cap. HI, v. 10.
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