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DE UNA RELIGION REVELADA. 29 el mahometano, nos están dando una prueba harto sensible de esta verdad. Si el hombre trata de formar por sí mismo un: sistema de religion, cómo podrá realizar este proyecto la mayor parte de los hombres que habitan la superficie de la tierra, á quienes la falta de talentos, la turbulencia de las pasiones, la brevedad de la vida, la multitud y embarazo de los negocios , absolutamente se lo im- posibilitan? Pero supongamos que haya unos pocos adornados de un génio feliz, de una vida desocupada y tranquila, que puedan entregarse á formar un plan de relizion por medio de sérias refle- xiones y meditaciones profundas; si estos pocos no son alumbrados por la luz de la revelacion , en qué laberintos no se enrredarán, en qué abismos de tinieblas no se sumerjirán sobre el culto, la mo- ral y la divinidad? Bien claro lo vemos en aquellos ilustres ingénios de la antiguedad profana, que osaron formar sistemas de religion. Unos negaron la existencia de Dios, cayeron en el materialismo, y miraron con indiferencia la virtud y el vicio, no reconociendo mas bien ó mal, que el bien sensible y fisico. Otros, admitiendo la existencia de Dios, le desfiguraron horrorosamente en las ideas que de él formaron, negando su providencia, su sabiduría, su presciencia y su libertad , y dándole las mismas pasiones y. vicios que se hallan en los hombres. La moral de semejantes legisladores no se vió menos alterada en sus ideas, que las que formaban de la divinidad. Epicuro estableció el fin del hombre en el placer: Zenon en una virtud feroz y sanguinaria : las leyes Asiáticas autorizaban el incesto y la poligamia : lasde Esparta el robo y el adulterio: las de Atenas y Roma la fornicacion y el divorcio. De suerte que los mas grandes errores fueron hijos de los mayores ingénios. Piensa, ó razon soberbia , los grandes motivos que tienes de humillarte. Si la revelacion no te conduce no vienes á ser otra cosa que un teatro de incertidumbres, estravios, dudas y estravagancias en materia de religion. Avergiénzate y humíllate al considerarte lena de er- rores y delitos , aún en aquellos ilustres personajes que se creian mas favorecidos de tus dones, y mas ilustrados con tus resplan- dores. Confesémoslo de buena fé: sin la revelacion divina, la religion es imposible; pero con ella luego.encontramos un camino corto y fácil , un camino fecundo y universal , un camino seguro é infali- ble para conducir los hombres á lo verdadero y á lo honesto. Sí, cristianos carisimos: la revelacion es un camino corto y fácil: ella nos dispensa de faligarnos con profundas meditaciones y exáme-

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