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DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. 383 l. La primera señal de la Resurreccion de Jesucristo fué el ser pronta. Ciertamente, carísimos, no convenia ni á la gloria del Eterno Padre, ni á la dignidad de su Unigénito Hijo, ni á nuestra propia utilidad que aquella carne benditisima, pura é inmaculada» concebida en el purísimo vientre de María Santísima por virtud del Espíritu Santo: aquella carne á que estaba unida la divinidad, estuviese sujeta á la corrupcion y á los gusanos, como lo habia profetizado su padre David , cuando hablando , no de sí mismo, si- no del Salvador del mundo, dijo: Von dabis sanctum tuum videre corruptionem. Solamente convenia que estuviese en el sepulcro aquel tiempo que era menester para convencer á los mas rebeldes de que verdaderamente habia muerto: aquel solo tiempo que es- taba profetizado por el mismo Jesucristo cuando dijo con la mayo? claridad y distincion : así como Jonás estuvo en el vientre de la ba- llena por tres dias , otro tanto estará el Hijo del hombre en el se- pulcro. (1) Desaced este templo de mi cuerpo, dijo tambien su Ma- jestad en otra ocasion, y tres dias le reedificaré. (2) Esta verifica- cion de las profecías es una prueba tan ilustre de las verdades de nuestra santa religion, que me ha parecido oportuno en estos tris- , tes tiempos irlas entretegiendo en los sermones de estos dias y en sus venerables misterios. Por eso al llegar este tercero dia, la fer= vorosa María Magdalena madruga antes de la salida del sol, y no encuentra en el sepulcro el sacrosanto cuerpo de nuestro amable Redentor, sino la sábana y otras lienzos:en que le habian envuelto: La primera señal de la conversion de un pecador, es que sea pronta ; pues el dilatarla, es proceder contra este mandato del Se- ñor: No tardes en convertirte, ni dilates de un dia para otro aban- donar el pecado; (3) porque no estando en tu disposicion el tiempo de convertirte, ni la gracia de tu conversion, ni el querer como te conviene en órden á tu salvacion, es una formidable temeridad re. tardar la enmienda de tu mala vida. Sí, amado pueblo mio, los que tem: tolus igitur his ordo revolubilis rerum , lestatio est resurrectio- nis mortuorum. (Id Tert. ibidem, c. XII.) (1) Sicut fuit Jonas in ventre celi tribus diebus et tribus noctibus, sic eril Filius hominis in corde terre. (Matth. c. XII, v. 40 (2) Solvite templum hoc, et in tribus diebus excitabo illud..... lle autem dicebat de templo corporis sui. (Joan. c. IM, y. 19 et 94.) (3) Non tardes converti ad Dominum, ct ne differas de die in diem, (Eccles. c. Y. v.8).

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