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DE UNA RELIGION REVELADA. 25 honcr de sus dioses la sangre de sus huéspedes y de sus hijos, siendo bárbaros por celo y erueles por piedad. Estos se postraban religiosamente y ofrecian inciensos á los bronces, á los mármoles, al oro, á la plata , al barro, á las plantas , á los animales, á los mónstruos y á todo lo mas vil de la naturaleza, negándoselos á su autor. Aquellos, reconociendo un solo Dios, se dividian en sus Opiniones sobre su naturaleza y operaciones, negando unos lo que afirmaban y establecian otros. Manes decia, que habia dos princi- pios eternos , uno del bien y otro del mal. Mahoma admite un solo principio y-un solo Dios, pero un Dios ciego y sin poder, que so- mete á los hombres á las leyes insensatas de una ridícula fatalidad. Lutero, Calvino y sus sectarios, ni admiten los dos principios de Manes, ni el fatalismo de Mahoma ; pero segun su doctrina , Dios es un tirano absurdo y bárbaro, que nos manda cosas imposibles, que nos compele al crímen y nos castiga por haberle cometido, -El católico, solo el cristiano católico, apostólico, romano, es el que abomina todos estos errores, y gloriosamente cree y confiesa, que Dios es uno y eterno, sábio y poderoso , misericordioso y justo, libre é independiente, fiel y verídico. El solo confiesa que Dios es todo lo que no es en las otras sectas , que por mal nombre sella» man religiones. Establecidos estos principios , que son unos hechos constantes é indisputables, razonemos de esta manera: es evidente que entre estas religiones hubo varias deshonestas é infames; luego Dios que. es la santidad por esencia no pudo ser honrado con sús desórdenes y torpezas. Es evidente que otras de aquellas fueron inhumanas y bárbaras, y es imposible que siendo Dios la bondad esencial y pri- mitiva pueda ser honrado por parricidios y asesinatos. Es eviden- te que aquellas eran absurdas é insensatas ; y Dios, que es la sa- biduría infinita, no puede ser honrado con absurdos y estravagan- cias. Es evidente que las otras se combaten mútuamente , y recí- procamente se destruyen; y Dios que es la verdad eterna, la ver- dad pura, la verdad indefectible , no. puede aprobar como verdad en una parte, lo que reprueba en otra como mentira y falsedad: es imposible que mande en un pueblo como virtud , lo que conde na y reprueba como vicio en otro. Luego es evidentemente cierto que estas diferentes religiones no pueden venir de Dios , Ni ser todas agradables á su divina Majestad. La razon de esto es eviden» tísima ; porque yo toco ¿ón todos mis sentidos, y veo con todas las potencias de mi alma , que Dios no puede estar en perpetua con-